La senadora de Morena, Sandra Simey Olvera, propuso que se declare el 9 de abril de cada año, como el “Día Nacional del Teatro”, por ser México uno de los grandes referentes a nivel mundial de la creación, producción y reproducción de obras de teatro.
Comparó la vida es como una obra de teatro: no es la duración, sino la excelencia de los actores lo que importa, expresó.
Explicó que la palabra teatro procede del griego “Theatrón”, cuya definición refiere que es el espacio o el sitio para la contemplación, forma parte de las artes escénicas y su desarrollo está realizado por actores que dan vida a personajes que van representando una historia ante la audiencia.
Manifestó que el teatro es una suma de las disciplinas artísticas, que el hombre ha descubierto para transmitir sus vivencias: es manifestación de la interacción armónica de dibujo, pintura, escultura, arquitectura, de acuerdo con especialistas en Literatura Hispánica por la Universidad de Barcelona y en Letras Iberoamericanas de la UNAM.
“Danza, música y literatura, reunión permanente y efímera de las formas de arte que activan la creatividad, susceptible de generar paisajes, estados emocionales y construcciones intelectuales por medio de la palabra, el silencio, el gesto, el desplazamiento que contienen las aproximaciones y los rechazos; los colores, las luces y las sombras que habitan los espacios, siempre didácticos; y las voces y los silencios imaginados para que las personas produzcan espectáculos generadores de imágenes como otras tantas posibilidades de vida”.
La legisladora Hidalguense subrayó que el teatro en México se remonta a la evangelización, en donde las surgen las representaciones que hoy se conocen como pastorelas, que son fruto de esa época.
Recordó que el teatro mexicano en el Siglo XVII recibió la contribución de Sor Juana Inés de la Cruz, con sus obras “Los Empeños de una Casa” y “El Cetro de José y el Divino Narciso” como dos de sus obras con tintes teatrales más memorables
Asimismo mencionó los nombres de quienes dan vida a los personajes de las obras con magistrales interpretaciones, actrices y actores mexicanos de gran prestigio que han dejado parte de su vida en los foros teatrales, como Esperanza Iris, a quien se le destaca como la última reina de la opereta en México; Virginia Fábregas, actriz mexicana a quien se le refirió como la “Sara Bernhardt” mexicana e igualmente considerada como pilar del teatro en México; María Conesa quien, no obstante haber nacido en España, dio lustre a su carrera en México debutando en el Teatro Principal en el año 1907 con la zarzuela “La Gatita Blanca”.
Y enumeró a muchas más: Prudencia Griffel, Amparo Arozamena, Isabela Corona, María Teresa Montoya, Ofelia Guilmain, Fanny Kaufman conocida como “Vitola”, Carmen Montejo, Silvia Pinal, que falleció este jueves; Susana Alexander, Ofelia Medina, María Rojo, Ana Ofelia Murguía, Angélica Aragón, Patricia Reyes Espíndola, Jacqueline Andere, Norma Lazareno.
Por ello considero que el 9 de abril debe quedar inscrita en la historia al declararse “Día Nacional del Teatro”.