La comunicación social está castrada.

En especial la del Gobierno, pues titulares de secretarías de Estado, organismos descentralizados y autónomos no pueden promoverse.

Todos tocan al son de Palacio Nacional.

Esto incluye a cualquier alto funcionario si quiere tener un jefe de prensa de su mayor confianza.

He preguntado a varios secretarios de Estado la razón por la cual no generan su propia imagen y reivindican resultados.

-No es necesario -me dijeron dos de ellos-, generalmente todo lo vemos en las conferencias matutinas y ahí damos nuestros informes.

-Pero…

-Sí, la instrucción es que no nos promovamos ni pregonemos nada al margen de esos encuentros.

Dijeron más:

-Cuando queremos difundir algo, necesitamos consultarlo y lo regular es que nos llamen para dar nuestra opinión en las mañaneras.

Y DESDE PALACIO LOS FRENAN

Este centralismo tiene efectos secundarios.

Por ejemplo, Rocío Nahle aspiró a ser candidata a gobernadora de Zacatecas, pero no le permitieron crecer.

El país se perdió ese beneficio.

Alfonso Durazo lo hizo cuesta arriba y logró de su jefe contener a otros suspirantes, como la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas.

Con un dato adicional: el mismísimo presidente le pidió hacerse a un lado y no obstaculizar al ex secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Otro caso es Esteban Moctezuma: hábil, pulsó si contaba con el respaldo presidencial, midió las encuestas y con base en ellas decidió hacerse a un lado.

Quien no tuvo opción fue Ana Gabriela Guevara, enfrentada a acusaciones de corrupción en la Conferencia Nacional del Deporte (Conade).

A Mario Delgado se le pidió escoger: Colima, donde sus posibilidades de triunfo eran escasas, o la presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)

Son unos cuantos ejemplos, pero la coincidencia es única: se les impidió crear su propia imagen rumbo a las elecciones del 2021.

No sería el caso de Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.

Canciller y jefe del control político del Senado son voceros de sí mismos y a cada uno se le ha respetado su propio espacio.

UNA EXONERACIÓN INMINENTE

1.- El regreso del general Salvador Cienfuegos no agotó las presiones militares.

La cúpula castrense insiste en declararlo inocente.

No se le han encontrado nexos con el crimen y, aunque Estados Unidos está vigilante, los divisionarios apuestan a su exoneración.

2.- Hoy se vence un año de la prohibición de Semarnat para importar un herbicida fundamental para los cultivos, el glifosato.

Pero la disposición es ignorada y su uso se mantiene en 60% del maíz, en especial en Veracruz, Chiapas, Tabasco, Puebla, Guerrero y Michoacán.

Las víctimas, claro, son los consumidores y los productores agrícolas.

Y 3.- En la pandemia, las mediciones de Nielsen Ibope y de Azteca Uno colocan a TV Azteca en nuevas marcas.

Según sus datos, ven su señal más de 102 millones de personas y llega a 32.1 millones de hogares.

En ello han influido cambios sustantivos impulsados por Benjamín Salinas y la agilidad de programas como La Voz México, Exatlón, Venga la Alegría, Ventaneando, Survivor y Al Extremo.

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