Clientes de una casa de préstamos denominada Mi Prestamito, acudieron a la oficina de enlace de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), con sede en Tulancingo, para exponer su queja porque supuestos abogados de este negocio, ingresaron a un domicilio para embargar algunos artículos.
Sin embargo, en estricto apego a derecho, estos actos jurídicos corresponden exclusivamente al juez de lo civil, mediante una notificación previo juicio y resolución para llegar a esta instancia.
De igual manera, existe una queja interpuesta ante la citada autoridad porque cobran intereses excesivos, por ejemplo si alguien solicita un préstamo de tres mil pesos, los ejecutivos hacen firmar a los clientes pagarés hasta por seis mil pesos.
Personal de esta dependencia expresó que la citada casa afianzadora no cuenta con registro ante la Comisión Nacional para la Defensa de Usurarios de Servicios Financieros (Condusef), por lo que opera de forma clandestina.
Sobre este tema existe un video, en el que se observa a quienes llevaron a cabo el supuesto embargo, rompieron la chapa de la puerta de entrada y se hicieron acompañar por policías preventivos.
La Condusef, a través de sus ejecutivos, ha hecho saber que ningún representante de agencias de cobranza puede presentarse a un domicilio para notificar embargo alguno, sino que debe acudir el actuario de un juzgado, quien deberá mostrar una identificación personal oficial.
Los requerimientos de pago de cualquier crédito deben hacerse bajo el reclamo judicial, mediante un juicio ejecutivo en materia mercantil que se resuelva a favor del acreedor. Si un juez no ordenó el embargo, simplemente no procede aunque por lo general es común que el deudor sea amenazado por personal de estos negocios, ya que desconoce el proceso