Por fin terminó enero, el mes en el que la pandemia nos dejó casi 1, 200 defunciones por Covid-19 en Hidalgo y miles de negocios cerrados y empleos perdidos. La situación es desoladora desde cualquier punto de vista.
Pero aunque las prioridades de la ciudadanía están en la recuperación económica y las vacunas, el proceso electoral sigue su marcha. Y es que a partir de ayer y hasta el 3 de abril, las elecciones entraron a la fase llamada “Intercampaña”, que servirá para que partidos y coaliciones resuelvan posibles diferencias sobre la selección interna de sus candidaturas.
Durante las próximas semanas, los partidos no pueden llamar expresamente al voto a favor o en contra. Las y los precandidatos seguirán teniendo esa calidad hasta que el Consejo General del INE o el IEEH (según corresponda), les otorgue el registro y aunque pueden participar en entrevistas o en reuniones privadas, no podrán hablar de propuestas ni de iniciativas que desean impulsar porque la ley se los prohíbe. Nos tendremos que conformar con indirectas e insinuaciones.
Por su parte, hace algunas semanas concluyó el plazo para que las y los diputados federales, manifestaran su intención de buscar ser reelectos de manera consecutiva. ¿Y qué creen? Pues que siete legisladores de Hidalgo levantaron la mano. Pero en este caso, querer no es poder, ya que para qué para que aparezcan en las boletas electorales el 6 de junio, tendrán que esperar el visto bueno de sus partidos, y quienes lo obtengan no tendrán que pedir licencia, podrán hacer campaña desde su curul.
Por lo que refiere a los aspirantes a una candidatura independiente para diputaciones locales y federales, todavía tendrán diez días más para reunir firmas de apoyo, aunque a estas alturas, la mayoría no lleva ni una décima parte del número requerido. Así que las definiciones y negociaciones continuarán para los próximos dos meses.
Insisto, la situación es desoladora, pero el reloj electoral sigue su tic-tac