El regreso de la verificación obligatoria en Hidalgo inició ayer (lunes), pero solo en el papel porque en la realidad, al menos en Tulancingo y Cuautepec de Hinojosa, no hubo servicio en los verificentros.
Durante el periodo en que la verificación vehicular mantuvo la categoría de voluntaria, fueron cinco verificentros los que operaban en Tulancingo y uno en Cuautepec, mismos que registraron alta afluencia hasta el viernes 30 de junio.
Sin embargo, ayer (lunes) los seis verificentros estuvieron cerrados para sorpresa de algunos automovilistas, que buscaban cumplir con la verificación correspondiente al segundo semestre de 2023, sin que hubiera una explicación, solo había unas cartulinas donde informaban que no había servicio.
Personal de las unidades de verificación vehicular, comentaron que los concesionarios estaban en Pachuca, en la sede de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), para saber si se les iba a permitir laborar durante el segundo semestre de 2023, pero había incertidumbre al respecto.
La titular de la Semarnath, Mónica Mixtega Trejo, en su reciente visita a Santiago Tulantepec, informó que en este segundo semestre iniciarían labores los llamados macro-verificentros, concesiones que otorgó la anterior administración estatal y que tienen tres o cuatro líneas de verificación.
En Tulancingo, se encuentra el macro-verificentro número 73, que ya tenía sus puertas abiertas, pero no realizaba verificaciones porque no tenían sistema, pero se prevé que esta misma semana pudiera entrar en funciones.
Las verificaciones se harán conforme el calendario ya conocido y las cuotas vigentes para los hologramas 1 y 2, son de 380 pesos; los hologramas “0” y “00”, tienen un costo de 547 pesos y mil 93 pesos.

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