Fernando Sánchez Reyna, dirigente de la Unidad de Riego de Francisco I. Madero, alertó que podría gestarse un problema social entre los ejidatarios y vecinos, que no quieren las aguas negras en la zona sur del estado.
Precisó que a raíz de la inundación en Tula, las familias afectadas han rechazado la llegada de las aguas negras, ya que consideran que la mala distribución de estas ocasionaron la inundación.
Sin embargo, señaló que estas aguas son vitales para los campesinos ya que sirven para la producción de cultivos, por lo que de ninguna manera aceptarán que estas sean retiradas del valle del Mezquital.
Para el campo es necesaria que se mantenga el sistema de riego residual, ya que es a través de estas como se logra una mayor producción de los cultivos en esa región, de lo contrario dijo que mermaría drásticamente.
Señaló que entienden perfectamente los años que sufrieron los vecinos de los municipios afectados, sin embargo estos también deben de considerar que es vital que haya alimentos, ya que de lo contrario se tendría una escasez.
Alertó que de no encontrarse un punto medio que beneficie a ambos grupos, podría darse un problema social grave, ya que los campesinos no están dispuestos a que se le retiren estas aguas residuales

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