Por Cristian Andrey Rangel Hernández

Un anuncio que ha captado la atención de la población, ha sido la confirmación de un aumento al salario mínimo, que promete aliviar la carga económica de muchas familias. Dicho incremento, programado para entrar en vigor el próximo año, se presenta como un paso crucial hacia la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores y reducción de la pobreza.
Durante la actual administración federal, el salario mínimo pasó de 88.36 pesos a 207.44 en la mayor parte del territorio nacional y a 312.41 pesos en la frontera norte en 2023.
Pero, ¿Cuál es el proceso para fijar el salario mínimo? La tarea de fijar y revisar los Salarios Mínimos Generales y Profesionales se hace, conforme a procedimiento, ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y es a partir de las negociaciones tripartitas en el Consejo de Representantes, conformado por representantes del Ejecutivo federal, del sector empresarial y de líderes sindicales, como se define el Salario Mínimo.
En este año, la Dirección Técnica de la Comisión Nacional de salarios mínimos, ya realizó un análisis y concluyó que para 2024 el incremento debería ser superior al 15%, representando un significativo porcentaje respecto al salario mínimo actual, generado expectativas y optimismo, ya que no solo beneficia a los trabajadores, sino que también tiene implicaciones positivas para la economía en general, porque anticiparía un impulso en el consumo, ya que aquellos con ingresos más altos, están propensos a gastar más en bienes y servicios, beneficiando de esta manera a diversos sectores comerciales.
Por otro lado, algunos expertos advierten sobre posibles desafíos, como la inflación y ajustes en la estructura salarial de algunas empresas. A pesar de estos desafíos potenciales, el aumento significa un paso más en la dirección correcta, para abordar las desigualdades económicas y mejorar la vida de quienes dependen del salario mínimo.
El ultimátum de la negociación, es en este mes de noviembre, y el reto radica en la conciliación entre las propuestas de gobierno y sector empresarial, 20% vs 12.5% y pese a estos incrementos, nuestro país continúa rezagado respecto a otros países de América. El pago mínimo mensual en México asciende a 5,186 pesos, unos 297 dólares, mientras que en Uruguay equivale a 550 dólares; en Chile, el Gobierno de Gabriel Boric, rebasa los 550 dólares y en Ecuador, reciben 450 dólares mensuales, solo por comparar algunos.
Con esto, amigo lector, el pronóstico de su servidor ante este capítulo económico, confía en que la voluntad política logrará el incremento esperado de entre el 15 y 20%, buscando mejorar la remuneración, como parte de la justicia para el trabajador, a la par de incrementar la productividad y competitividad.

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