Hace unos días la Secretaría de Gobernación envió una carta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con la finalidad de que informaran sobre sus salarios y la remuneración entorno a la del presidente y del motivo por el cual es o no mayor a la del ejecutivo federal.
Parece que en un primer momento es trascendente señalar que la respuesta, fue aclarar que la Secretaría no tiene facultades para solicitar dicha información y que las percepciones de las y los ministros, no pueden ser diferenciadas por actos realizados por diferentes poderes.
En tal sentido, se ha señalado que las remuneraciones de los ministros no pueden ser disminuida durante su encargo, pero señalan que desconocen el salario y percepciones reales del ejecutivo.
Es importante destacar que en gran medida han sido los argumentos de quienes entonces fueron consejeros del INE, para defenderse de diversos ataques realizados en su contra respecto de sus salarios y percepciones.
No obstante, es un paso firme hacia una división de poderes concebir a un poder ejecutivo no como superior sino como un igual a los demás, que no puede ni debe ordenarles ni siquiera en cuanto a sus salarios, puesto que ello representa una vulneración a la división de poderes.
En tal sentido, establecer una igualdad de poderes es imposible porque un poder no puede establecer el salario ni las remuneraciones de los demás poderes, ni tampoco establecer ni las políticas ni las líneas de trabajo, de los demás.
Lo anterior no implica que cada poder pueda bajo su libertad establecer su salario y percepción puesto que, existe un poder que tiene tal facultad siendo el poder legislativo, mismo que por su naturaleza parlamentaria y plural, le permite mediar y decidir sobre tales cuestiones.
Por tanto, estas diferencias me parece que colaboraran con establecer un Estado Constitucional de Derecho, que en mucho abona a una vida democrática nacional.
juanfer_lm@jfg