Las condiciones de salud mental en México, presentan una creciente prevalencia y, al igual que en el mundo, contribuyen de forma importante a la morbilidad, a la mortalidad prematura y a una creciente discapacidad psicosocial, manifestó la diputada de Morena, María Isabel Alfaro Morales.
Ante ello, considero necesario que se realicen reformas a diversos artículos de la Ley General de Salud.
Y es que, afirmó que las condiciones de salud mental aumentan el riesgo de padecer enfermedades crónicas degenerativas, que impactan en el perfil de salud de la población, por lo que es necesario poner mayor atención a esta situación.
Recordó que en el año en 2015, México como Estado miembro de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se comprometió a garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades; considerando la inclusión de la salud mental.
Dijo que nuestro país estableció como metas reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, mediante la prevención y el tratamiento, promover la salud mental y el bienestar, así como fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas.
La diputada por Hidalgo subrayó que hay recomendaciones internacionales para atender la salud mental y el consumo de sustancias psicoactivas. “Específicamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la propuesta de la pirámide de combinación óptima de servicios de salud, ha desarrollado un marco operativo para optimizar la atención proporcionando una guía a los países en materia de organización de los servicios de salud mental”.
Recordó que nuestro país se ha comprometido en acuerdos internacionales en materia de salud mental y adicciones, como la Declaración de Caracas, contemplar la salud mental como prioridad en la política pública, el acceso universal y equitativo en redes de servicios, la integración de la salud mental a la Atención Primaria en Salud (APS), la protección de los derechos humanos, la eliminación del estigma y la discriminación, y el fortalecimiento de recursos humanos, entre otros.
Sin embargo, considero necesario un nuevo modelo federal a la atención a la salud psiquiátrica, a través de un nuevo paradigma en el diseño institucional de la atención de salud pública.