Este jueves se realizó la llamada “Plaza Grande”, previa a los festejos de Todos Santos y en la que se expenden los productos que van en el altar, ya sean alimentos u otros artículo, como: veladoras, papel de china picado, chocolate en tabletas, pasta de mole, frutas de temporada y flores de cempasúchil para adornar los panteones.
Ruta realizó un recorrido por el tianguis, donde se percibió un entorno diferente a otros jueves, incluso los aromas son representativos a estas fechas, tanto por la comida como por aquellos insumos que forman parte de los rituales, en vísperas de los fieles difuntos, como es el caso del sahumerio que se vierte en el copal.
A diferencia de hace uno años, el panorama es más halagador, específicamente comparado con el 2020, ya que los casos por Covid-19 no solo iban al alza, sino que todavía las vacunas contra esta pandemia no eran una realidad.
Sin embargo, muchas de las personas que anteriormente se esmeraban en colocar sus altares, ahora serán parte de ellos, por lo que también se nota un entorno de nostalgia.
De acuerdo con comerciantes y consumidores, la puesta de un altar económicamente hablando, se calcula de acuerdo con las posibilidades de las familias de clase media, mismas que pueden invertir desde mil pesos hasta 15 mil o más.

Sahumerio, producto infaltable en las costumbres del Todos Santos
El sahumerio, es humo aromático utilizado principalmente por personas que llevan a cabo cada uno de los procedimientos en los días de Todos Santos, que se desprende como lagrimitas de la madera de los árboles de oyamel, que se queman dentro de un copal o de un bracero.
Este elemento, es infaltable en la colocación de altares y en los panteones, durante estas místicas fechas.
Martha Estela, quien desde hace muchos años se dedica a este tipo de venta en el tianguis de temporada, en las inmediaciones de la iglesia de Los Angelitos, comenta que la gente adquiere estos elementos con mucha fe y devoción, ya que de acuerdo con las tradiciones, el incienso aleja los malos espíritus y las almas de los seres queridos, pueden entrar a las casas sin peligro alguno.
Conceptualmente, el incienso es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder desprenda un humo fragante.
La comerciante comentó que los trocitos de madera los vende en pequeños “cucuruchos” de aproximadamente 200 gramos por una cantidad de 10 pesos.
“Es una buena cantidad la que traemos en los días previos a los Fieles Difuntos, pero todo se vende, ya que hay quienes también adquieren estos productos por kilo.”
Las copas, braceros y anafres donde se queman las maderas o resinas, tienen un costo de 60 pesos.
El uso este elemento data desde hace aproximadamente 15 mil años, incluso en el Antiguo Testamento, se hace alusión cuando los Reyes de Oriente llevaron al Niño Dios, Oro, Incienso y Mirra

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