El pasado 06 de septiembre se llevó a cabo el informe del gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca. En ese evento hubo mensajes políticos muy claros, con destinatarios específicos que vale la pena analizar.
Más allá de los resultados (que quedaron de manifiesto en un material videograbado), lo que hizo eco en la clase política local fueron las siguientes palabras: “para quienes buscan quitarle hojas al calendario les recuerdo que en Hidalgo hay gobierno, proyecto y compromiso con la gente”.
Este enunciado pone en evidencia que algunas personas están buscando los acuerdos necesarios, para enfilarse en la lista de aspirantes al gobierno en 2028. Cuestión que a todas luces suena exagerada en los tiempos políticos. Porque en los cuatro años siguientes pueden pasar muchas cosas. Es más, en el lenguaje político suele decirse que “entre más pronto te subes al ring más te van a golpear”; esto en alusión a que los anticipados suelen dar a sus adversarios más tiempo para que lo utilicen en su contra.
No solo eso, hay quienes en su futurismo político no contemplan situaciones que se encuentran fuera de control. Por ejemplo, Morena y sus aliados postularon al actual gobernador de Hidalgo; esa alianza puede durar algún tiempo, pero nada garantiza que sus acuerdos se extiendan hasta la próxima elección y si esos factores no se modifican, el partido guinda tendría que postular a una mujer en el próximo ejercicio comicial lo cual reduce las oportunidades para los aspirantes varones.
Pero otro factor adicional, es que el próximo periodo del titular del poder ejecutivo local es de dos años. Es decir, los que ahora están muy activos, seguramente apostarán por una postulación que dure seis años y no dos. Lo cual enrarece aún más el escenario porque para que eso ocurra faltan seis años.
Por todos lados, ese desface de tiempos tiene consecuencias negativas. Pero si el actual mandatario estatal lo consideró importante es que hay más de uno que ya está haciendo apuestas arriesgadas en ese particular.
Aunado a lo anterior, se suma otro elemento para la élite gobernante, consistente en la revocación del mandato. Esto ocurrirá el próximo año y desde ahora hay quienes se manifiestan a favor de la renovación, pero también habrá quienes desean revocar esa decisión ciudadana.
Por ejemplo, los grupos que quedaron al margen del poder, como los partidarios de Gerardo Sosa ahora enquistados en el PT, los priístas que solo gobiernan un municipio y tienen dos diputados locales, quizá Antorcha Campesina (grupo de presión que busca chantajear a todos los gobiernos), en fin.
Todas esas expresiones tendrán que trabajar muy duro para tratar de contrarrestar los datos que avalan la actual administración. Porque según las encuestas, Menchaca aparece con frecuencia entre los primeros cinco lugares de los gobernadores mejor evaluados.