Últimamente seguro has escuchado algunos términos nuevos que buscas en el diccionario y no aparecen; buscan en internet y se despliega una gran información.
Sexting. Esta palabra de uso coloquial es un acrónimo de las palabras en ingles “sex” y “texting”. Consiste en enviar mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico y sexual personal a través de dispositivos móviles, mediante aplicaciones de mensajería instantánea o redes sociales, correos electrónicos u otro tipo de herramienta de comunicación.
Es una práctica que tienen principalmente personas jóvenes, pero que se está volviendo más común a muchas personas independientemente de su edad. Y esto con el uso masivo de dispositivos móviles y aplicaciones.
Se ha encontrado que esta práctica no solo tiene la función de un contacto o práctica sexual; sino que se está convirtiendo en una herramienta más para el cortejo; evidenciando así como las tecnologías están afectando el comportamiento humano y en este caso, la expresión de la sexualidad.
Esta práctica si bien, puede ser un elemento para la vida erótica y sexual de las personas implica un riesgo; ya que al compartir material sexual y en algunas ocasiones imágenes; se corre el riesgo que sea compartida sin autorización. Y esto es un delito.
El sexting es una práctica sexual sin riesgo en cuanto a la salud sexual; es decir se pueden enviar estos contenidos sexuales con el fin de la obtención de placer. El principal y mayor riesgo es que dichas imágenes o textos se pueden volver virales y causar ciberacoso, amenazas y violencia.
Los y las adolescentes son las personas en las que esta práctica se vuelve mucho más riesgosa.
Para el sexting es necesario tomar siempre ciertas precauciones.
1.- Conocer a la persona con quien se pretende tener esta práctica; debe ser de confianza.
2.- Acordar la práctica, no se puede ser invasivo al enviar mensajes o imágenes de contenido sexual sin el consentimiento de la otra persona.
3.- Debe ser una práctica libre de imposición, si tu pareja te exige, presiona o manipula es violencia.
4.- Nunca utilices dispositivos púbicos o que no sean tuyos.
5.- Que las imágenes o videos que envíes no tengan evidentes datos o características tuyas con las que puedan fácilmente identificarte, en caso de que sean difundidas.
6.- Si has acordado esta práctica no difundas o utilices con mala intención
Recuerda que tienes derecho y libertad de expresar tu sexualidad; sin embargo es tu responsabilidad las prácticas que tengas. Y en caso de que seas víctima de mal uso de tus contenidos puedes denunciar.
Para levantar una denuncia llama a la Policía Cibernética de la Comisión Nacional de Seguridad al número telefónico 088, línea que opera 24 horas todos los días del año.