Ninguna religión o creencia debe estar peleada con la sexualidad. Y quiero definir sexualidad como la libre expresión del ser humano en su identidad, preferencia, ejercicio y/o placer. EL ser humano es integral es cuerpo (biológico), es mente (psique), es emoción, sentimiento y placer; entonces quitarle cualquier elemento lo fragmenta y le deforma.
Por siglos las religiones han tratado de controlar y reprimir la sexualidad en su expresión de placer; y lo único que han logrado es generaciones insatisfechas consigo mismas, frustradas y revolucionarias. De tal forma que la expresión de la sexualidad siempre sale de alguna manera.
Entonces muchas personas se cuestionan si su sexualidad esta negada a la espiritualidad y a la religión. Y la verdad es que No.
Entiéndase como religión a esos rituales y creencias que se profesan en aras de alcanzar un estatus preferente ante un ser superior (Dios); así por ejemplo vemos que en nuestra sociedad Juedo-cristiana se buscan hacer méritos para alcanzar la vida en paz después de la muerte.
Por otro lado, la espiritualidad son los principios y/o actitudes que decide ejercer cada persona y que le guían a un determinado propósito. Por ejemplo llegar a la plenitud corporal por medio de ejercicio, meditación y alimentación (Yoga).
En muchos aspectos la religión limita la expresión y vivencia de una sexualidad plena; porque tiene elementos de género, de control, culpa y hasta castigo; sin embargo la espiritualidad está mucho más en armonía con la sexualidad. La espiritualidad exige el auto conocimiento y no hay autoconocimiento sin sexualidad. De allí que incluso algunas experiencias espirituales se basen en la experiencia sexual (el Tantra por ejemplo)
Entonces cuando te encuentres en el dilema entre la sexualidad y la espiritualidad; recuerda que no tienes por qué separar una de las partes más importantes de tu vida para sentirte pleno; por el contrario en el ejercicio de una sexualidad plena y responsable se sumarán plenitud en otras áreas de tu vida y viceversa.
El autoconocimiento lleva a la espiritualidad y al placer.