Entre 70 y 150 pesos, es el precio de las piñatas, que son la parte fundamental de las posadas, mismas que comenzaron ayer (lunes), aunque de acuerdo con el tamaño de éstas, pueden costar hasta 400 pesos.
En un recorrido por los mercados Benito Juárez y Gilberto Gómez Carbajal, locatarios que se dedi-can a este tipo de ventas, comentaron que desde este fin de semana la demanda ha sido mayor, por los convivios en las escuelas, los trabajos y la pre-posadas.
Dieron a conocer que esta semana llegan a vender entre 15 y 20 piñatas por día, de las tradiciona-les. Aunque después de la Navidad las ventas disminuyen.
Elizabeth Cruz Martínez, quien atiende un negocio de dulces en el mercado Benito Juárez, dijo que son pocas son las personas que actualmente se dedican a este tipo de elaboración.
Cherlín Escorcia Valencia, quien ha retomado este oficio que inició su abuela y que, a la vez, man-tiene vivas estas tradiciones navideñas, explicó que utiliza en la elaboracion, papel de china, engru-do, tijeras, diurex, cartulinas, cartones y globos.
El uso de globos, es porque desde hace algunos años ya no se acostumbran las ollas de barros, y es que lejos de que prevaleciera la sana diversión, los riegos de algún accidente eran latentes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, fue en Acolman, Estado de Méxi-co, donde hace más de cuatro siglos, estas coloridas figuras se popularizaron, por lo que se le re-conoce como la cuna de las piñatas.
En estricto apego a las tradiciones mexicanas y religiosas, tras la llegada de los españoles, el palo que se emplea para pegarle a la piñata y romperla, simula la fuerza con la que se vence al mal y se destruye la falsedad y el engaño.
También, se dice que la venda con que se cubren los ojos representa la fe ciega en Dios; los colores brillantes y el oropel, simbolizan las vanidades del mundo y tentaciones del demonio; mientras que las frutas y los dulces, con los que se rellena la piñata, son la recompensa por vencer el pecado.