Pachuca.- En lo que va del año se han confirmado 10 muertes maternas en Hidalgo, de acuerdo con información de la Dirección General de Epidemiología (DGE), de la Secretaría de Salud federal (Ssa).
Según el informe semanal para la vigilancia de dicho fenómeno, del total de casos registrados, 6 ocurrieron en hospitales de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH); dos, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); y dos más no recibían atención médica.
En comparación con el mismo periodo de 2020, las muertes maternas han disminuido 56.5 por ciento, toda vez que se habían registrado 23 fallecimientos.
A nivel federal, suman 533 mujeres que fallecieron por complicaciones durante el periodo de gestación, el parto o el puerperio, lo que implica un decremento de 42.4 puntos porcentuales (392 decesos menos) con respecto a 2020, pues sumaba 925 defunciones en el mismo lapso de tiempo.
La principal causa de los fallecimientos son las enfermedades hipertensivas, edemas y proteinurias en el embarazo, el parto y el puerperio, con el 18 por ciento de los casos; le siguen las hemorragias obstétricas, 17.4; abortos, 7.1; enfermedades de las vías respiratorias, 6.6; y las complicaciones durante el embarazo, parto o puerperio, con el 6.6. Mientras que el año pasado la principal causa era la covid-19.
Las entidades con más muertes maternas son Estado de México, con 56; Veracruz, 36; Jalisco, 34; Puebla, con 33; y Chiapas, con 32 casos. En conjunto, estas demarcaciones acumulan 35.8 por ciento del total en el país.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que la mayoría de las muertes maternas son evitables y que las soluciones sanitarias para prevenir o tratar las complicaciones son bien conocidas.
Asimismo, subraya que todas las mujeres necesitan acceso a la atención prenatal durante la gestación, a la atención especializada durante el parto, y a la atención y apoyo en las primeras semanas tras el parto.
La salud materna y neonatal están estrechamente relacionadas. Por lo que, indica, es particularmente importante que todos los partos sean atendidos por profesionales sanitarios capacitados, dado que la atención y el tratamiento a tiempo pueden suponer para la mujer y el niño la diferencia entre la vida y la muerte
