El operativo para rescatar a 10 mineros que quedaron atrapados por una inundación en México reavivó la discusión por las condiciones de trabajo que enfrentan, y que ya han provocado una serie de tragedias.

Una de las más recordadas es la que ocurrió el 19 de febrero de 2006 en la mina de carbón Pasta de Conchos, ubicada en la localidad de Sabinas, en Coahuila, un estado del norte del país que forma parte de la principal región mineras del país.

Ese día murieron 65 mineros debido a una explosión que nunca fue del todo investigada y que involucra al Grupo México, un poderoso emporio minero privado. Hasta ahora solo se han podido rescatar dos cuerpos, a pesar de los reclamos permanentes de las familias para que las autoridades busquen y les entreguen los restos de sus seres queridos.

Por eso crearon la organización Familia Pasta de Conchos, a través de la cual mantienen vigente una lucha que incluye la documentación de otros casos. De acuerdo con su seguimiento, desde 2006 por lo menos otros 120 mineros han muerto mientras cumplían con su trabajo.

También comenzaron a evidenciar y a denunciar las precarias condiciones de trabajo y de seguridad que tienen los mineros y que, aseguran, provocan emergencias como la que ahora ocurre de nuevo en Sabinas, en donde siguen atrapados 10 mineros.

“Prevalecen la falta de inspecciones, la complicidad con las empresas y la desprotección de los trabajadores”, señaló la organización al recordar que en junio del año pasado fallecieron siete mineros que quedaron sepultados cuando colapsó una mina sobre la cual ya había denuncias previas por la falta de seguridad.

Subrayó, además, la urgencia para revisar de fondo las condiciones de minería en la zona para evitar nuevas tragedias.

actrt

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