El primero de octubre tomó protesta por primera vez una mujer como presidenta de México. Sin duda ello es un hecho histórico.

Ahora bien, he de mencionar que sin importar la ideología partidista, hoy se tiene una nueva jefa de Estado en nuestro país, que nos representará a todas y todos este siguiente sexenio.

En tal sentido, por supuesto que se rompió un techo de cristal, pero más importante será las reflexiones que inicien a partir de este gobierno, donde debemos ser cuidados tanto de las criticas como de los aplausos, puesto que la finalidad de destruir un techo de cristal es generar una igualdad, no una falacia.

Por tanto, parecería verdaderamente deshonroso que la política mexicana continue por un trato misógino, hacia la crítica o incluso que se pretende invisibilizar el trabajo de la presidenta por su género, pero aun sería justificar actuaciones por el mismo.

Hoy estamos en un momento fundamental, que implica la oportunidad que tenemos de poder ser parte de este momento histórico hacia nuestra nación: respetar y apoyar esta nueva política donde el gobierno de las mujeres es un hecho.

Lo anterior en virtud de que cualquier logro democrático, es un logro de todas y todos que nos permitirá como país crecer cada día más.

El hecho de que durante toda nuestra vida democrática, no haya habido una transición de género, es tan grave como la falta de una transición partidista, porque ello impide que nuevas ideas y necesidades lleguen al poder y que estas sean visibilizadas.

Es por ello que la gran responsabilidad de este sexenio es responder incluso a ese rompimiento de techo de cristal. Como sociedad estamos llamados a impulsar este rompimiento y destruir cualquier idea misógina y machista en la crítica política.

jfernandoge@gmail.com

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