Qué rol juega México en el tablero global geopolítico en este nuevo gobierno de Trump? La administración de Trump no se ha cansado de sorprender a propios y extraños, con sus acciones políticas que ponen a temblar de incertidumbre a los mercados financieros. El más reciente hecho fue la suspensión provisional de imposición de aranceles del 25% a México y Canadá, pero ¿qué hay detrás de esta acción?
El trasfondo real de los aranceles va más allá del comercio bilateral. Su objetivo es político y financiero. Algunos expertos mencionan que financieramente prometió a su electorado la reducción del impuesto sobre la renta a empresas del 21% al 15% y otros impuestos, buscando así compensar la generación de ingresos que se perdería y políticamente, porque los aranceles son el arma de negociación favorita y efectiva, sin importar los efectos colaterales que esto pueda generar.
Estados Unidos busca consolidar su influencia en la región eliminando a toda costa la influencia asiática.
Presionar a México para reconfigurar la geopolítica global, en donde la postura contra el crimen organizado, únicamente es el mecanismo para realinear las alianzas estratégicas, se busca debilitar el comercio chino mediante todo tipo de presión a sus socios cercanos, alinearse completamente con ellos traerá beneficios económicos, pero también más dependencia.
Históricamente nuestro país ha sido actor clave en los momentos de reconfiguración global. Basta con recordar que en la primera guerra mundial, el telegrama Zimmerman que iba dirigido a nuestro país y fue interceptado por Estados Unidos, siendo el parteaguas para que se incorporara a la guerra o en la Segunda Guerra Mundial, cuando los ataques a nuestros barcos petroleros nos unieron a Estados Unidos, jugando un papel fundamental con el escudaron 201.
Hoy la guerra contra China ha situado en el tablero geopolítico a México, el canal de Panamá y la zona del Ártico, como las piezas que darán la victoria y nuestro vecino incomodo ante la postura de un gobierno de abrazos, los obligo a condicionarnos a hacer lo que ellos dictan a toda costa.
Y esta guerra no es para que dejes de comprar en Shein (que por cierto también es otro ejemplo del control sobre los asiáticos, puesto que ya no puedes comprar sin declarar impuestos), sino que además de buscar el dominio comercial, también va tras la hegemonía digital y la inteligencia artificial.
¿Que sigue con esta tregua temporal? Vendrá una reconfiguración arancelaria pero no al grado del 25%, sino que es el pretexto perfecto para renegociar el T-MEC y demás políticas de seguridad nacional estadounidense, a costa de políticas en el país.

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