Si decir une baguette te hace imaginar el pan bajo el brazo de un francés, sí, has acertado.
En esta ocasión no voy a comparar el sabor de uno o del otro, pero sí externar la importancia que existe en este famoso ejemplar de la panadería francesa.
Soy hidalguense de corazón y nosotros (no me dejarán mentir), llevamos orgullosamente una dieta llena de platillos ricos de mamá, antojitos y ¡pan! En el desayuno, a veces la comida y en la cena no puede faltar el pan en la mesa, y algo similar pasa en Francia.
Así como el queso y el vino, la baguette es un símbolo no oficial de los franceses. Realmente no existe un dato exacto de su procedencia: algunos lo relacionan en la época de las batallas de Napoleón, dónde para alimentar a sus batallones, inventaron su forma larga para que se cargara con mayor facilidad que los panes convencionales (forma redonda). Otras fuentes indican que surgió cuando los panaderos comenzaban a trabajar antes de las 4 am y para medir su productividad, tuvieron que inventar un pan fácil de hornear, de sabor tradicional, pero de una forma rápida y peculiar.
La historia que más me gusta es la que data con los orígenes del metro, principalmente es la historia que narran los guías de turistas caminando por Paris. Y es que no solo se le atribuye por su semejanza de alargada forma, sino que el fácil trozar con las manos se debe a que antiguamente, en los túneles oscuros y las vías dónde trabajaban el metro, hubo muchas muertes de la clase obrera por riñas representadas con el cuchillo que solía cortar el pan en rebanadas, así que se buscó un pan que no fuese peligroso, es decir, que no necesitara de cuchillo para rebanarse y que fuera lo suficientemente largo para usar las manos.
Actualmente existe un decreto llamado “baguette de tradition française” donde la harina, el agua, la levadura y la sal son los únicos ingredientes autorizados para elaborarla. En México tenemos la misma receta francesa transformada en nuestro delicioso bolillo o birote.
Como buena mexicana, fui en búsqueda de mi pan de cada día y entonces la frase de “Donde fueres, haz lo que vieres” quedó perfecta. Y es que la baguette realmente la vez en todos lados y en todas las personas, es por eso que se considera uno de los panes más emblemáticos del lugar y el más consumido…
Por la mañana para acompañar tu café, de camino hacia el trabajo, en el almuerzo con quesos, embutidos o mermelada, por la tarde de regreso a casa, hacia una soirée o solo junto al Sena para disfrutar un buen momento parisino

Un comentario en «UN BOLILLO O UNE BAGUETTE»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *