Por Arturo Hernández Cordero
La semana pasada, causó polémica la circulación de un video en el que elementos del Ejército Mexicano, fueron perseguidos por civiles presuntamente ligados al narcotráfico en Nueva Italia, Michoacán.
Tras los hechos, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, emitió un comunicado en el que justificaba la huida de los elementos del ejército, al estar supuestamente desarmados los civiles que los perseguían, y además, el Presidente López Obrador elogió el accionar de los militares al asegurar que se “cuidaba” la vida de los delincuentes.
Lo cierto es que las imágenes de las Fuerzas Armadas teniendo que recurrir a una medida tan deshonrosa, como darse a la huida en medio de un operativo, ejemplifican una verdad irrefutable: no hay Estado de Derecho.
Reivindicar la “humanidad” de los criminales que impunemente agreden a elementos del Ejército, retrata la incapacidad del Gobierno por rescatar el Estado de Derecho. Desde que asumió el cargo de Presidente en 2018, López Obrador y su gabinete han dado muestras contundentes de carecer de una estrategia de seguridad sólida, que propicie la paz y la seguridad ciudadana; en vez de eso lo que se tienen, son consignas populistas sin sustancia ni seriedad que repite con frecuencia, tales como “abrazos, no balazos”, o “los delincuentes también son seres humanos”.
La realidad de México en términos de seguridad es alarmante: la tasa de homicidios corresponde a 26 por cada 100 mil habitantes, el pasado 2021 se registraron más de 34 mil homicidios dolosos en el país y en entidades como Michoacán, Sonora o Nuevo León, la violencia se ha recrudecido dramáticamente.
Ante tal panorama, es innegable que uno de los mayores fracasos de la 4T es la seguridad y el rescate del Estado de Derecho. A día de hoy no hay Estado del país que garantice la vida e integridad de la Ciudadanía Mexicana, ni siquiera los elementos del Ejército pueden hacerle frente al crimen organizado, y teniendo en cuenta la necedad del Presidente, no hay indicios de que se vayan a implementar pronto una estrategia de seguridad pública que logre revertir la situación