Hemos alcanzado ya el segundo mes del año, es nuestro capítulo II del 2024; y tal vez esto que comparta hoy sea interesante para todos aquellos que se han propuesto con terminar esos pendientes y aprovechar más el tiempo con una aventura escrita, iniciando así la práctica de la lectura.
En el 2023, el porcentaje de lectores en México bajó. Esto quiere decir que hoy en día un mexicano solamente lee 3.4 libros al año (INEGI), muy por debajo de la media europea y asiática. Por ese motivo, me gustaría impulsar la lectura a través de estas historias, ya que en muchas situaciones no sabemos por dónde comenzar y recibir una recomendación de vez en cuando no está nada mal. Dicho esto, puedo compartir que personalmente he finalizado la lectura de un segundo libro en este año, de modo que hoy les haré esa recomendación.
“Siempre debemos sentirnos orgullosos de lo que elegimos leer”.
En relación con esto, mi rutina actual me lleva a trasladarme constantemente a diferentes lugares, de manera que paso mucho tiempo sentada sobre el trasporte público, y aunque escuchar música es de mis hábitos favoritos, considero que no hay entretenimiento tan barato ni un placer tan duradero como lo es la lectura.
Es por eso por lo que estos últimos meses he invertido todos esos minutos de camino para leer, aunque, siendo sincera, no sé en qué momento pude lograrlo porque cuando era pequeña recuerdo que tomaba un libro intentando leer, pero con el movimiento del auto y el enfoque en las letras, siempre me generaba un mareo; menos mal que ahora lo domino.
Regresando a la recomendación del mes, en la segunda semana de enero, estaba por terminar mi primera lectura: un libro de 650 páginas, cuando un día mi hermana llegó a casa con el libro de “Un saco de canicas”, de Joseph Joffo. El libro es pequeño, de 290 páginas, y para saber de qué se trataba, leí la primera frase en la contraportada: “Paris, 1941, una familia hizo una promesa: volverse a encontrar”.
Esas palabras me bastaron para saber que la lectura me iba a gustar, principalmente por ser una historia de época, con sentimentalismo familiar y que hablaría de la cultura francesa que tanto adoro. Si tienes las mismas aficiones que yo, este libro es para ti.
“Un saco de canicas”, es la historia autobiográfica del autor parisino Joseph Joffo, el cual nos platica sus aventuras de infancia durante los conflictos de la Segunda Guerra Mundial, acompañadas de su hermano Maurice y el resto de su familia. La trama es fuerte con un cierto toque de humor, y aunque habla de guerra, alemanes y franceses, todo se torna con un enfoque tierno, porque va narrada en primera persona por un infante de 12 años, el cual trata de entender la situación social y el comportamiento de los adultos que lo rodean.
Como era de esperarse y habiendo estudiado el idioma francés por más de 2 años, diferí con la traducción de algunas frases, pero siendo una historia de otra época, las palabras se acoplan y la lectura se vuelve ligera.
De hecho, es una lectura que recomiendo plenamente para todas las edades, ya que las aventuras y los misterios te hacen pasar una página tras otra sin parar. Estoy segura de que te llenarás de emociones.

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