El 2 de junio del 2024 ha resultado en una fecha histórica, en una jornada electoral de la que se hablará en generaciones futuras, debido a la magnitud de la victoria del partido en el poder. Habría que remontarse varias décadas atrás, en la época del PRI hegemónico, para tener como referencia una victoria tan contundente por parte de un ente político en el país.
La candidata oficialista, Claudia Sheinbaum Pardo se impuso con más de 30 puntos porcentuales sobre la opositora Xóchitl Gálvez, además de obtener Morena una abrumadora mayoría calificada en el Congreso, e imponerse en la mayor parte de las entidades, municipios y Congresos Estatales, que estuvieron en disputa durante la jornada electoral. Si bien, el índice de participación fue levemente inferior al de hace seis años, ni siquiera López Obrador obtuvo una victoria tan avasallaste en 2018.
Claudia Sheinbaum y su partido Morena, ahora tienen una gran pauta, un margen de decisión total para definir el destino del país, reformar las leyes e instituciones que consideren y completar el proceso de transformación, que el presidente López Obrador comenzó.
El órgano electoral y el Poder Judicial muy probablemente serán sometidos a una (necesaria) renovación total, lo que de ninguna manera implica un peligro para la democracia en el país. No olvidar, que ya en el 2012, las tres principales fuerzas políticas de la época, pactaron un respaldo total a todas las iniciativas del ex presidente Enrique Peña Nieto.
Por parte de la oposición, sus liderazgos se han limitado a insistir en las “elecciones de estado”, alegar un supuesto fraude (con una diferencia de treinta puntos de por medio) e insultar al electorado a partir del clasismo, aunque hay algunas voces más sensatas que llaman a la reflexión en favor del resurgimiento de los partidos de oposición, después de un sexenio sin nada trascendente que ofrecerle al electorado y el lamentable papel desempeñado por Xóchitl Gálvez, quien nunca estuvo a la altura de su candidatura. Lo que es un hecho, es que México merece una oposición más propositiva y ciudadana que la actual.