Hace unos días, algunos senadores de la oposición tomaron la tribuna de aquella representación. El motivo, los representantes del PRI, PAN, PRD, MC e independientes, decidieron no esperar más y nombrar a los comisionados del INAI.
Dicho proceso fue anulado, porque para que aquello prospere se requiere de la aprobación de las tres quintas partes de los presentes, cuestión que no se logró en el momento de la votación. De esta manera, el presidente del senado instruyó a la Junta de Coordinación Política, que hiciera otras propuestas.
Hay que recordar que desde hace un año, el organismo autónomo no está conformado en su totalidad. Lo anterior, porque al parecer existe la consigna de asfixiar en lo económico y en lo administrativo a este órgano, que no goza de la simpatía presidencial.
De esta manera, el pleno cameral rechazó por 67 votos la propuesta que estaba sobre la mesa, argumentando una falla procesal. Presuntamente los legisladores de Morena y aliados del PVEM, PT y PES, señalaron que la votación debería ser secreta por ley, lo que calentó los ánimos.
En la zona alta del salón de sesiones, entre los escaños que ocupan los integrantes de la Mesa Directiva, se registraron empujones, jalones y hasta manotazos, como los que propinó el morenista César Cravioto al panista Ismael García Cabeza de Vaca, mientras senadoras panistas y morenistas se disputaban una de las mantas; las primeras para cubrir la zona, las segundas para impedirlo.
La morenista Lucía Trasviña de plano se aferró a la manta a la que logró enredarse con los dos brazos, junto con su correligionaria Margarita Valdez. Y de ahí reinó el caos. Que al final del día condujo a que se suspendiera la sesión.
En conferencia de prensa, integrantes del bloque opositor reconocieron que fueron engañados por los morenistas, a quienes creyeron que tenían voluntad de sacar uno de los nombramientos pendientes.
Pero quizá les faltó olfato político a los senadores de oposición, porque desde hace días López Obrador ha sido el orquestador de una campaña muy dura en contra del organismo que –según la apreciación del presidente–, sale muy caro y hace muy poco.
De hecho, en sus declaraciones, el coordinador de los senadores del PAN tuvo que aceptar lo siguiente: “no somos chamacos, pero tampoco pendejos. No se vale que 67 votos hayan sido en contra de la propuesta. Es una burla, pues que se vayan a burlar de otros, porque no lo vamos a permitir”, estalló Julen Remetería.
El priista Jorge Carlos Ramírez Marín asumió: “hay que ser claros: nos tomaron el pelo y eso es lo que no se admite, porque concurrimos a la convocatoria, al acuerdo (…) como personas serias, creyentes de que estábamos hablando con seriedad”.
Y acto seguido dijo que como ya habían advertido, el bloque de contención no votará nada ni permitirá que la mayoría lo haga “hasta que no haya un comisionado del INAI, el comisionado que necesita para sesionar”.
Poco duró el gusto a la oposición, porque una vez que los senadores se reunieron en Palacio Nacional con el presidente, salieron a una sede alterna (la antigua casa de Xicoténcalt), para aprobar 20 reformas sin oposición ni debate.