Integrantes de la LXV Legislatura Local urgen la revisión minuciosa de las llamadas expendedoras de agua purificada, debido a la serie de regularidades detectadas en las últimas semanas.
Aunque la COPRISEH ha comenzado a revisar algunos establecimientos principalmente en la capital hidalguense, es necesario que este tipo de negocios cuenten con un registro del servicio que brindan y del cumplimiento no solo de su licencia, sino de las normas mexicanas en cuanto a la calidad del líquido vital.
Alejandro Enciso Arellano, presidente de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, precisó que las expendedoras de agua purificada son clausuradas en su mayoría, porque no existe una regulación puntual con respecto a su calidad de ahí que la secretaría de Salud del estado, tendría que ser más firme en cuanto a la expedición de licencias y la revisión periódica de cada uno de estos lugares.
Apenas hace unas horas, la dependencia dio a conocer que al menos ocho expendedoras purificadoras fueron clausuradas, debido al incumplimiento de la normativa, sumado a que detectaron una serie de condiciones insalubres como es la presencia de hongos en las máquinas expendedoras, filtros viejos y saturados, además de la carencia de control de plagas.
Por esta razón, solicitó que las decenas de purificadoras registradas, sean sometidas a un análisis minucioso de calidad del agua por laboratorios certificados.
El problema central de las expendedoras purificadoras de agua, es que acuden a laboratorios no acreditados por la COPRISEH y deciden colocar a la vista del usuario dicho resultados que presuntamente significaría el cumplimiento de los estándares de calidad.
Por ello integrantes del congreso del estado señalaron que se debe legislar en favor del derecho del consumo de agua segura Sin poner en riesgo la salud de miles de consumidores que acuden de forma cotidiana a los dispensarios y expendedoras de agua purificada y que en su mayoría no tienen el registro ante la Secretaría de Salud del Estado de Hidalgo.