Los vecinos recuerdan lo mucho que le gustaba andar en la banqueta y comer helados. Sin embargo, el 2 de marzo, Nicole, de siete años de edad, desapareció cuando jugaba con su bicicleta afuera de su casa en Tizayuca.
Los padres de la pequeña se preocuparon al no hallarla en los alrededores y llamaron a la policía para iniciar la búsqueda. Cada minuto contaba y ellos solo querían “nada más que la regrese, que nos la regrese”.
Esa misma noche se difundió un video que contenía la última pista de la niña; en este se observa a tres hombres, uno que hablaba con la niña y llevaba una patineta, otro que estaba a su lado, cerca de un automóvil Tsuru, y uno más que estaba al fondo de la escena que captó la cámara de vigilancia de un domicilio vecino.
Tras 12 días de angustias y desesperación, la familia de Nicole recibió la esperada llamada de las autoridades, pero las noticias no eran alentadoras. Un cuerpo en descomposición, envuelto en sábanas, fue hallado en un terreno baldío.
El presunto autor fue identificado como Miguel Ángel P. H., y se espera que apenas este mes se lleve a cabo la audiencia, por el presunto delito de feminicidio.
El asesinato de Nicole representa la cara más brutal de la violencia contra las mujeres en México, donde matan entre diez y once mujeres al día y solo el 1.5% de los culpables cumplen una condena, lo que refleja el grado de impunidad y corrupción en las fiscalías, la policía, los peritos y los jueces y en nuestro sistema de justicia.
Cada víctima tenía un nombre, una historia y sueños que fueron arrebatados de una manera violenta; y demostrar que no son sólo estadísticas, sino personas que tenían una historia atrás y una vida por delante.
Asi que este 25 de noviembre, que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia vs las Mujeres, cada vez que escuches estadísticas o veas cartulinas o marchas, recuerda que cada reclamo y cada grito también es por todas esas niñas asesinadas que ya no tienen voz, como Nicole. Va por ti