Un aforo promedio, de entre 80 y 90 vehículos por minuto y con tendencia al alza, se registró este “Jueves Santo”, después del mediodía, cifra que del miércoles, a partir de las cuatro de la tarde, fue en aumento con algunos lapsos estables, de acuerdo con paramédicos de Cruz Roja, quienes cuentan con módulos de atención a la altura del entronque Pitula y en San Alejo.
El panorama de esta Semana Santa, es más halagador porque desde 2019 no se veían las carreteras ni los destinos turísticos, tan abarrotados, pues la pandemia por Covid-19, mantuvo prácticamente en el encierro a las familias.
Si bien, ahora los paseantes tienen la posibilidad de escoger entre las playas del Estado de Veracruz o balnearios cercanos a la región Tulancingo, hace tres años tanto la situación sanitaria como la social, eran extremas, que la prioridad era no enfermar y principalmente, no morir.
Los viajes en autobuses eran con asientos restringidos, incluso en algunas poblaciones, como: Tenango de Doria, Hidalgo y Pahuatlán, Puebla, no se permitía el ingreso a los visitantes.
Para el 2021, las cosas mejoraron y en comparación con este año, el aforo vehicular en las horas pico oscilaba entre 40 y 45 automóviles por minuto hacia el Golfo de México.
En 2022, con una notable mejoría y una tendencia a la baja en cuanto a la incidencia de contagios por el virus SARS-CoV-2, el aforo era de entre 65 y 70 vehículos por minuto.
El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tulancingo, Rafael Guerrero Gómez dijo en entrevista que existe coordinación con otras corporaciones, como: Protección Civil, Cruz Roja, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional (GN).
De igual manera, señaló que en coordinación con la GN, tiene contemplado evitar el descenso de transporte pesado por la “bajada de San José”, para prevenir posibles accidentes.