Una nota que ha sido fuertemente criticada últimamente en nuestro país fue la negativa de los doctores y enfermeras en el Estado de Guerrero de aplicar la vacuna contra Covid ya que, la misma han señalado había caducado, ante esto la propia Secretaría de Salud ha señalado que se ha acrecentado el tiempo para poder ocupar dichas vacunas
En tal sentido, me parece importante resaltar el derecho a la salud de las partes y la obligación del Estado de garantizarlo a través de todas sus esferas de gobierno, por lo que me parece importante señalar las obligaciones de los médicos respecto a la aplicación o no de dicha vacuna.
En primer punto, hemos de señalar que aquel médico y/o enfermera que aplica la dosis correspondiente tiene una responsabilidad respecto de la salud del paciente puesto que, es un experto en la materia y por ende es la persona indicada para su aplicación.
En segundo punto, su obligación es garantizar que aquello que aplica a las personas es la dosis correcta e indicada, por lo que me parece loable y ético que ante la posibilidad de una posible negativa lo hayan hecho del conocimiento y no lo hayan aplicado lo cual demuestra una conducta ética y responsable.
Sin embargo, es un hecho notorio que las vacunas son emergentes y como consecuencia las normativas y su funcionalidad ha cambiado de acuerdo a como ha progresado y ha evolucionado tanto el virus como las propias vacunas.
No obstante, si la Secretaría de Salud, así como la COFEPRIS deben de garantizar sin lugar a dudas y de manera científica que aquellas vacunas tienen plena vigencia y que su aplicación no tendrá ninguna connotación negativa.
Además, me parece fundamental acreditar el motivo por el cual dichas vacunas logaron llegar a su caducidad en un momento donde aquello que faltaba y que urgía aplicar eran las vacunas.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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