Como ya se había adelantado a principios de año en esta misma columna, la situación política de Venezuela parece estar tornándose hacia el regreso de la democracia.
El país sudamericano cuya situación de pobreza e inseguridad han ocasionado un éxodo masivo de sus ciudadanos hacia el resto del Continente, generando una crisis migratoria a gran escala, parece estar viviendo los últimos meses de la dictadura chavista, que ha desmantelado la democracia en dicha nación.
El dictador y actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha permitido por primera vez en mucho tiempo, que la oposición venezolana presente a un candidato a las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio.
Se trata del diplomático y profesor Edmundo González Urrutia, figura hasta hace poco desconocida por la mayoría de los venezolanos. El ahora candidato de 74 años, fue designado por la oposición, debido a una característica particular: no tiene antecedentes de confrontaciones con la cúpula chavista y hasta ahora, no ha condenado las violaciones a los derechos humanos por parte de Nicolás Maduro.
Ante la inhabilitación de María Corina Machado, opositora favorita de la ciudadanía para restablecer la democracia en dicho país, la oposición ha designado a un perfil bajo, con miras a evitar otro arrebato de autoritarismo por parte del gobierno de Maduro.
Pese al escaso fogueo político de Edmundo González Urrutia, su mera postulación representa un halo de esperanza para el pueblo Venezolano, lo que lo posiciona como el favorito a imponerse al chavismo en las elecciones.
Si bien, de ganar Gonzalez Urrutia las elecciones apenas sería el inicio de una larga transición democrática en la nación caribeña, el escenario es propicio para que Nicolás Maduro abandone el poder, con una crisis interna dentro del Chavismo, negociaciones del gobierno bolivariano con actores externos como Estados Unidos, para conseguir impunidad en caso de abandonar el poder y un descontento social sin precedentes en Venezuela, hacen augurar un eventual final del desastroso régimen chavista de Nicolás Maduro, por lo que toda la comunidad internacional estará expectante ante lo que pase en Venezuela el próximo 28 de julio.