Lo que en el sector rural de Tulancingo puede resultar una plaga; en diferentes tianguis de la zona urbana, es común ver a vendedores ofrecer chapulines tostados o asados, listos para su consumo, incluso la medida de aproximadamente 100 gramos, tiene un costo de entre 25 pesos y 28 pesos.
Florentino Alvarado, coordinador de Profesionales Dictaminadores de la Secretaría de Desarrollo Rural (SADER), comentó que estas propiedades tienen sustento en la cantidad de nutrientes que estas especies obtienen, al estar en contacto con los suelos fértiles de la región.
Adelaida Canales, quien se dedica a este tipo de comercio, comentó que cada vez los insectos tienen mayor demanda, ya que se pueden consumir en forma de botana, con salsa y limón.
“Por lo general termino dos cubetas en las plazas y ya tengo mis clientes”, comentó tras reconocer que atrapar estos insectos, tiene su grado de dificultad.
En el sector rural de la región, los chapulines se han convertido en una plaga para cultivos como maíz, trigo y otros cultivos.
Sin embargo, hay quienes les han sacado provecho a tal grado que su venta se ha convertido en parte del sustento de muchas familias.
Incluso, en algunos restaurantes principalmente de Pachuca y Ciudad de México, se ofrecen como parte de platillos, acompañados con guacamole y quesillo.
De acuerdo con especialistas, dichos insectos son ricos en vitamina A, B y C y son fuentes de proteína, calcio, magnesio y zinc, como suplemento alimenticio puede representar beneficios para personas con tratamientos médicos para una recuperación óptima.

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