El homicidio de Héctor Hernández Cañas, veterinario egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha provocado una ola de indignación dentro de la comunidad zootecnista, que no solo lamenta su muerte, sino también las circunstancias que la rodean.
En Tulancingo, no se está al margen de este tema. María de la Luz de la Llave Arroyo y Miguel Servín Trujillo, quienes se dedican a esta profesión, coincidieron en señalar que es una situación muy preocupante y que forma parte de una descomposición social.
El crimen, que ocurrió en Tultepec, Estado de México, luego de que una mascota perdiera la vida por su deteriorado estado de salud y tras una serie de amenazas y extorsiones, se convirtió en víctima de estos lamentables hechos violentos, por parte de los propietarios.
Este crimen, ha desatado protestas a nivel nacional y los profesionales del sector, exigen justicia y un alto a la violencia que afecta a su gremio.
En ocasiones -argumentaron-, son los propios dueños los que propician que el estado de salud de sus mascotas, empeore o que cuando los llevan a una consulta urgente, ya lleven complicaciones graves.
El hecho de tener una mascota, implica una gran responsabilidad, ya que tienen que estar al pendiente de su vida.
Y aunque a nivel local, no se ha llegado a este extremo de violencia, algunos veterinarios, han sido objeto de agresiones verbales.
“También trabajamos con los sentimientos de los dueños de las mascotas. En estos momentos tenemos que actuar, pero en ocasiones los animales ya vienen en muy malas condiciones con daños que son irreversibles, nosotros les damos las opciones, pero detrás de ellos, viene la familia y para ello tiene que haber un equilibrio, porque tanto hay responsabilidad del veterinario como de los dueños de los animales”; expresó De la Llave Arroyo.
Por su parte, Servín Trujillo manifestó, que van a trabajar con lo que el dueño les permita. “En ocasiones no es posible hacerles a los animales, estudios de resonancias o tomografías para dar un diagnóstico más acertado, a veces no se puede, ya sean por cuestiones económicas o por la disposición de los equipos en la zona; entonces por eso, nos tienen que firmar una responsiva”.
Dijeron que también debe haber empatía de los dueños de las mascotas con el zootecnista, principalmente para que acaten las disposiciones y se les apliquen los medicamentos, tal cual se les indique.
Finalmente puntualizaron que, la inseguridad y la violencia, no solo afecta a este gremio de la medicina, sino que es como una mancha que se extiende y que repercute negativamente en todos los sectores. Por ello, estas marchas para que haya incluso proyectos o iniciativas de ley por parte de los diputados

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