La elección presidencial del próximo mes de noviembre en Estados Unidos, parece haber tenido un evento definitorio el pasado fin de semana. Y es que el día sábado por la tarde, el atentado en contra de la vida del ex presidente y hoy candidato republicano, Donald J. Trump ocurrido en el estado de Pennsylvania, terminó por consolidar el de por sí claro favoritismo del magnate newyorkino.
La actitud desafiante, íntegra y valiente con la que Trump afrontó el atentado, no dejó indiferente al electorado estadounidense, que ve en el ex presidente a un hombre mucho más fuerte, capaz y lúcido que el presidente Joe Biden.
Si bien, la diferencia de edades entre Trump y Biden es poca, las condiciones físicas e intelectuales del candidato republicano son a todas luces mejores que las del octogenario actual presidente demócrata, y ahora la distinción de ser un candidato capaz de sufrir un atentado y aun así mostrarse voluntarioso y combativo, ha calado hondo en la psique colectiva del pueblo estadounidense.
Pese a los alegatos de los progresistas en Estados Unidos, que acusan de extremistas a los partidarios de Trump, de estos últimos no se esperaría de ninguna manera el perpetrar un atentado similar en contra de Joe Biden.
Además, las especulaciones en torno a un supuesto montaje planeado por el equipo de campaña de Trump, no se han hecho esperar, por muy absurdas que dichas especulaciones resulten; todo ello denota una desesperación por parte de los votantes progresistas del Partido Demócrata, que ahora ven diluidas las oportunidades de Biden, de replicar su triunfo del 2020.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum y su gabinete, deben ir pensando desde ya en una estrategia diplomática y en una ardua labor de negociación con el futuro gobierno de Donald Trump, que se augura severo en demasía en temas migratorios y de seguridad interna, por lo que el gabinete de Sheinbaum tendrá que desarrollar una estrategia conjunta con el gobierno estadounidense, donde JD, vance como segundo al mando del gobierno Trumpista, orillará al Gobierno Mexicanos a abandonar la política de impunidad que maneja hoy en día, con relación al crimen organizado.