El día de ayer fue uno más en contra de la violencia contra las mujeres en nuestro país y esperamos que sea uno histórico por marcar el inicio de una debacle en la violencia generalizada contra las mujeres en nuestro país.
En primer punto, debemos de sostener que la violencia no va a culminar con más sentencias o con mayores penas sino con más y mejor educación, con más y mejor prevención e investigación de delitos, no debemos de buscar una política criminal basada en sentencias como se ha pretendido puesto que, ello no es propio de la política criminal.
En tal sentido, es un absurdo quien pretende mediante sentencias resolver un problema que es propio de la política criminal consistente en la prevención, investigación y persecución de los delitos.
Por tanto, es que no se puede cambiar la solución de un problema tan grave con el pretexto de que existan sentencias afirmativas para los casos existentes puesto que, aquello que se recrimina al Estado en gran medida no es la falta de sentencia sino la falta de prevención, la existencia de desapariciones, la existencia de feminicidios, cuestión que es materia de una prevención del delito, es decir evitar que ocurran los hechos.
Igualmente, no se puede justificar la falta de resultados por parte de las investigaciones a la existencia de sentencias ya que, aquello que se recrimina es la existencia de impunidad, de delitos sin resolver, de presuntos delincuentes que no han sido aprehendidos para un debido proceso o la falta inclusive de una investigación correspondiente.
En consecuencia, es que no puede ser intercambiado aquello que le falta a nuestro país para eliminar la violencia de genero que es una verdadera prevención, investigación y prosecución de delitos con la existencia de sentencias, normas o protocolos en beneficio de la eliminación de la violencia de género dado que, si bien buscan beneficiar y eliminar la violencia no se traducen en lo que realmente se busca que es acabar con la misma.
Lic. Juan Fernando González Espinosa
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