La virginidad ha tenido y tiene muchos conceptos; desde ser un valor, un estatus, una mercancía, una virtud, etc. Hoy en día la tendencia hacia la virginidad se inclina más hacia asimilarla como un estatus más de la vida de la persona y que, al perder ese estatus se debe tener conciencia y responsabilidad.
En el caso de las mujeres este estatus sigue teniendo un valor; aunque para muchas ya no lo es de tal forma que al perder la virginidad (primera experiencia sexual) pierdan el valor como mujer. Más bien creo que, se considera como un valor el cual le da a la mujer la oportunidad de tener su primera experiencia sexual como ella lo desee.
En una época de la historia las mujeres perdían su virginidad a muy temprana edad (14 a 17 años); sin embargo lo hacían cuando contraían matrimonio. Después hubo otra época donde la edad para la primera experiencia sexual oscilaba entre los 17 y 22 años con o sin matrimonio. La actualidad indica que cada vez las mujeres tienen su primera experiencia sexual a temprana edad y lo alarmante es que es solo por cambiar de estatus. Sin sentimientos y emociones.
Y no importa la edad en la que se tiene la primera experiencia sexual, lo preferente es que sea después de tomar conciencia de la responsabilidad y las consecuencias que implica como lo es un embarazo.
Ante estas cifras, algunas mujeres de más de 25 años que aún siguen siendo vírgenes se sienten desvalorizadas. Así es. Es lo irónico de la educación sexual que prevalece en nuestra cultura. Si dejas de ser virgen antes de los 17 ya perdiste valor, y si llegas a los 30 aun siendo virgen no te sientes valorada.
Y lo peor es que ante la estructura machista, el mismo caso es que un hombre le quite la virginidad a una adolescente que a una treintona. Pareciera que para ellos (algunos) sigue siendo un trofeo el acumular vírgenes en su historial sexual.
De allí que seas adolescente o mujer y aun no has iniciado tu vida sexual activa. Lo importante es saber que seas o no virgen eso no te da un valor como mujer; ni te obliga a vincularte amorosa o sexualmente con alguien sólo para tener sexo. Más bien te da una oportunidad de planear esa primera experiencia sexual tal y como la desees. Con quien tu decidas, en el lugar que tu creas que te vas a sentir cómoda y sobre todo con la madurez para asimilar el cambio.
Sea cual sea tu edad, debes considerar que la primera experiencia sexual es trascendental y dará un cabio radical a tu vida y la forma en que concibes el mundo. Por eso debes tomar en cuenta que a la persona con la que tu decidas compartir tu primera experiencia sexual, debe ser alguien que sepa la importancia que tiene el evento para ti. Que es una persona responsable y que va a cuidar tus sentimientos antes, durante y después.
No importa si llegas o no virgen al matrimonio, si eres virgen aun a los treinta tantos o no. Lo importante es vivir cada momento y disfrutar de la actividad sexual, o de la expectativa por lo que podría ser esa primera vez.