Por Arturo Hernández Cordero
Tras ser develadas las figuras políticas que estarán en la contienda electoral que determinará la titularidad del Poder Ejecutivo en 2024, las futuras candidatas tanto del Frente Amplio por México como de la 4T (Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum respectivamente), desde ya han tenido que empezar a hacer frente a los distintos retos que sus entornos y perfiles políticos ameritan.
Por parte de Claudia Sheinbaum, ha tenido que hacer frente a las críticas que supone el haber sido beneficiada desde mediados del sexenio, por todo el aparato gubernamental y la estructura de su partido, para ser designada como la futura candidata del oficialismo, además de la fragmentación interna que ello ha generado en la 4T.
Por su parte, Xóchitl Gálvez ha visto como su integridad política empieza a ser cuestionada con vehemencia y los escándalos en torno a su figura, son cada vez mas frecuentes; ante lo cual la Senadora panista ha enfatizado en lo mismo que ha basado su precandidatura desde hace meses: la victimización.
Xóchitl Gálvez y la cúpula opositora que la designó como la futura candidata del Frente Amplio, han aprovechado los constantes escándalos de presunta corrupción para buscar la empatía del votante mexicano: haciendo alusión constante de su origen humilde y presentándola como una política valiente siendo asediada por el oficialismo.
Los dirigentes del Frente Amplio pretenden exculpar a Xóchitl Gálvez, del presunto tráfico de influencias proyectándola como alguien que ha construido su éxito empresarial en paralelo de su muy activa carrera política durante más de dos décadas.
Respecto a su supuesta tesis plagiada, argumentarán que se trata de una revancha emprendida en su contra, tras el caso de Yasmín Ezquivel, o que las irregularidades en torno a su vivienda son también producto de la persecución política.
Si bien, en épocas pre electorales son comunes las acusaciones en contra de los virtuales candidatos, hasta ahora, la agenda política de Gálvez se ha basado estrictamente en la victimización; de momento no hay indicios claros del proyecto de país, que la Senadora ofrece a la sociedad mexicana.